¿Alguna vez os habéis preguntado: qué tal si llevamos otro gato a casa? Cuando tienes un gato ya adulto, la adaptación al nuevo compañero/compañera hay que realizarla paso a paso, sobretodo si ya es adulto. Os cuento mi caso, que espero os ayude en vuestra futura adopción.
Pregunta a la persona que te está ayudando con tu nuevo amigo
En mi caso yo tenía un gato de 4 años y fui a una protectora a adoptar a una gata. Nos daban quince días de plazo para adoptarla, ¡una locura! La gata salía de una casa en la que no habían podido prestarle mucha atención últimamente y no estaba acostumbrada a vivir en familia. Al final fueron flexibles y nos dieron todo el tiempo necesario para poder llevar a cabo la adaptación de manera correcta.
Preparando tu hogar
Tienes que ser consciente que la adapación entre tus amigos peludos lleva su tiempo, tienen que conocerse y aceptarse , al menos entre felinos que son muy territoriales.
En mi caso, lo primero que hicimos es preparar el espacio para el nuevo miembro de la familia. Preparamos una habitación para que pudiera sentirse lo más a gusto posible, esa era su zona segura y se notaba, ¡vaya que si! Los primeros días era imposible acercarse a ella, nos arañaba o nos mordía en el momento que nos acercábamos a sus cosas, era como una leona protegiendo a sus cachorros, pero en este caso a sus juguetes. Ese fue el motivo que empezáramos a llamarle Kiara, como la leona protagonista de una peli.
Todo eso, a pesar de seguir el consejo de los expertos: enchufar Felliway. Este producto desprende hormonas felinas que les ayuda a relajarse. Imagino que en nuestro caso también ayudaría, pero nos costó casi 3 meses que la gata se sintiera 100% relajada.
Cada peludo requiere su tiempo
Con mucha paciencia, dándole su comida y de vez en cuando alguna chuche, poco a poco conseguimos ir acercándonos a ella, jugando con ella y pasando todos los días un rato con ella. Al final la peludita lo único que estaba demostrando es que estaba en una casa extraña, con extraños a su lado a quienes no había visto nunca.
El crear la rutina de ver a las mismas personas cada día, que trataban de cuidar de ella hizo que empezara a confiar y a relajarse.

Y os preguntaréis ¿Cómo se adaptaron los gatitos el uno al otro? Eso lo dejo para otro post.
0 comentarios